A última hora, ya por varios cambios que se acercaban a nuestras vidas, decidimos tomar un crucero por una semana por el Caribe. Encontramos un buen precio con Celebrity Reflection gracias a iCruise, 7 noches con 3 paradas. Sería mi 4to crucero y el 1ero para ambos en Celebrity.
Crucero: Celebrity: Reflection.
Noches: 7
Puertos: Nassau (Bahamas), St. Thomas (USVI) y Philipsburg (St. Martín).
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Desde que hicimos la compra de los boletos, logramos entrar a la página de Celebrity con nuestra info para enterarnos de todos los detalles del barco. Desde ejemplos de menú en los restaurantes, ver los diferentes niveles y lo que encontraríamos en cada uno, saber nuestro número de cabina y unos días antes de embarcar pudimos hacer check in en dónde nos daban un bloque de hora para estar en el puerto listos para subir.
Nosotros elegimos 12pm ya que nos daría tiempo y con calma de conducir de Orlando a Fort Lauderdale (de donde salíamos), dejar el auto en un estacionamiento y de ahí un shuttle hasta el puerto. Hablando de estacionamiento, al salir de ahí cuando regresamos le tuve que decir a los empleados que buen servicio y el sistema que ellos usan para los autos, primera vez que usaba Park N’ Go y me encantó.
Ya que hicimos el check-in online antes de llegar, no se si será por Celebrity o por los cambios después de Covid-19, pero el proceso para entrar al barco nos pareció súper fácil y rápido. Simplemente chequearon nuestros pasaportes que fueran los mismos nombres de los pasajeros y ya. Creo que en unos 30 minutos ya estábamos caminando hacia el lobby del barco, o normalmente conocido como atrium o en este caso «Grand Froyer».
En esta oportunidad, escogimos un camarote interior, es decir, sin ventanas. Primera vez y quizás última 😆. Mas económica, pero no poder ver el mar me estresaba un poco, claro, tratábamos de no pasar mucho tiempo en la habitación solo para dormir y baño. En general muy cómoda para los 2, con su closet, varias gavetas, 2 espacios sobre la cama, una silla y un sillón, TV, caja fuerte y una pequeña nevera.
El barco en general nos pareció genial. No nos sentíamos como sardinas, al menos que viera la piscina principal ya que siempre me parecía que estaba súper llena y eso a mi por lo menos no me agrada para nada. La piscina bajo techo me pareció más agradable y tranquila. Los shows en las noches estaban muy buenos y entretenidos. La comida en el bufé estaba muy buena y muy variada, una noche tuvimos española, otra mexicana, griega, dulces por montón y siempre había pizza. En el comedor principal (el que está incluido) solamente probamos 2 noche y estuvo muy divina.
Una de mis área favoritas fue The Hideaway, ya que era súper tranquila con unos muebles muy interesante y una estación para café, perfecto lugar para sentarse a leer un poco, incluso, en un deck más elevado puedes encontrar una pequeña biblioteca con variedad de libros.
Ah… y tengo que agregar, creo que es el barco en donde he conocido al staff más amigable de todos.
