Llegamos en tren desde Ámsterdam, casi al atardecer, y lo primero que queríamos visitar era la famosa alfombra de flores en la Grand Place (la Gran Plaza). Quería aprovechar un poco el sol antes del atardecer para capturar la magnífica alfombra natural en el medio de la plaza. ¡Y era el último día!
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Nos llevó un tiempo llegar a la plaza principal de la ciudad, ¡pero lo logramos! ¡Fue increíblemente hermoso! La alfombra hecha con begonias, que hacen un diseño diferente cada 2 años (yo la visité en 2012), ocupa casi todo el espacio en la plaza. Mucha gente intentando ver las flores y el diseño del año, lo que hace que sea difícil detallarlo muy bien. Sin embargo, se puede visitar el Ayuntamiento de la ciudad para una mejor vista desde arriba.
También subimos a lo más alto del Atomium desde donde disfrutamos de la vista, aunque por estar un poco alejado del centro de la ciudad, no es el mejor punto para ver Bruselas desde lo alto, pero vale la pena visitar esta diferente estructura. Con nuestro ticket hacia el Atomium, incluimos pase para visitar el parque «Mini-Europe» que nos hizo viajar por varias ciudades del continente.
Obviamente no podíamos dejar a un lado el niño más famoso «Manneken Pin» o «Petit Julien» y aprovechamos ver la espectacular alfombra de flores más grande y famosa de la ciudad, una celebración que se realiza cada 2 años en Bruselas desde 1986 (aunque la 1era alfombra se creó en 1971).
A continuación un video de nuestra visita a esta hermosa ciudad: (click CC for subtitles in English)