Aventura en Cork y Kinsale: descubriendo dos joyas en Irlanda

¡Viajar al sur de Irlanda fue una sorpresa maravillosa! Acompáñame en esta aventura en Cork y Kinsale que me encantaron y me dejaron con ganas de regresar. Aquí en este post te cuento cómo nos movimos entre ciudades y lo que logramos visitar entre Cork y Kinsale, al sur de Irlanda. ¡Una belleza de paseo!

Llegué desde Dublín en autobús, súper sencillo (con ayuda del personal del aeropuerto, porque uno nunca está de más), salimos al área de espera, llegó el bus y unas horas después ya estaba instalada en Cork.

Una de las cosas que más me encantó de Cork fue la amabilidad de la gente. Siempre sonrientes, siempre dispuestos a conversar, siempre con buena vibra. Eso sí, tengo que confesar que aunque mi inglés es fluido, el acento irlandés al principio me tenía como “¿qué?”. No se si era el acento del área, ‘slangs’ locales o palabras típicas que no son usadas en USA… no lo se, pero siempre es un anécdota que me encanta compartir. Pero nada que un par de pints no solucionen. Después de un rato, todo suena clarito y terminas haciéndote amigo de medio pub.

En Cork pasamos 2 noches. Compramos el ticket de avión desde Madrid hacia Dublin pero no encontrábamos hospedaje para esas 2 noches en Dublin, así que a último minuto, antes de volar, decidimos visitar Cork. Así que tocó aprovechar cada minuto.

Llegamos tarde por la noche, así que lo único que hicimos fue llegar al hotel — casi al frente del City Hall (Auyuntamiento), súper práctico para movernos a pie— y dormir. Bueno… en realidad llegamos al hotel y nos fuimos a un pub cercano :).

Yo recomendaría pasar por lo menos 3 noches en Cork para poder visitar otros puntos. Un día completo para Cork, luego otro día para visitar Blarney Castle & Gardens que puede tomar unos 40 minutos en bus (algunas paradas) o 20 en auto, y otro día visitar Cobh que toma unos 26 minutos en bus o 30 en auto. Segura que hay montón de lugares para visitar muy cerca.

¿Cómo ir de Dublin hacia Cork?

El transporte público en Irlanda me parece que funciona de maravilla. Para el tramo desde Dublín hasta Cork, yo tomé un autobús directo en el aeropuerto. Puedes comprar los tickets en la misma terminal —hay máquinas y mostradores— o hacerlo online en la web de Aircoach (bus 704) o Citylink (bus 707), que suelen ofrecer varias salidas al día. El trayecto normalmente toma entre 3.5 y 4 horas, dependiendo del tráfico, y es bastante cómodo, ideal para descansar después del vuelo. Pendiente que hay algunos que tienes que hacer cambio de bus, nosotras hicimos 2 o 3 paradas, pero no nos bajamos del autobús.

En Dublin, la estación principal de autobuses está en el centro, fácil de llegar. Se trata de Busáras Central Bus Station y desde ahí también puedes salir. Incluso, la 1era parada que hicimos desde el aeropuerto, fue en esta estación.

¿Qué hicimos el día completo?

Al despertar, después de desayuno, tocó escapadita a Kinsale. Un pueblito hermoso que se ha ganado fama por su colorido, su gastronomía y sus vistas al río Bandon. Tomamos un autobús desde Cork y en unos 30 minutos estábamos allí. Apenas bajas, ya te recibe una vibra tranquila pero alegre.

Caminamos por Main Street, descubrimos la famosa esquina colorida que seguro has visto mil veces en fotos, y nos quedamos un rato admirando el río. Todo es tan pintoresco que no sabes para dónde mirar primero.

Y aunque el día estaba fresco (marzo), disfrutamos muchísimo simplemente paseando sin prisa, entrando a tienditas locales y probando un café mientras seguíamos explorando. Kinsale es pequeño, pero tiene ese “algo” que te atrapa y te deja con ganas de volver.

Regresamos a Cork como a la 1 de la tarde, listos para explorar lo más posible: paseamos por el centro, visitamos el mercado, entramos a varias tiendas y por supuesto terminamos el día saltando entre diferentes pubs — porque uno no viaja a Irlanda todos los días y sería un pecado no aprovechar.

Al día siguiente, con tiempo limitado antes de ir hasta el tren, continuamos caminando por la ciudad, disfrutando cada rinconcito cercano al hotel. Cork es muy fácil de recorrer a pie, especialmente si te hospedas en una zona céntrica.

En general, tanto Cork como Kinsale fueron una sorpresa preciosa en mi ruta por Irlanda. Son destinos perfectos para caminar, relajarse, comer rico y tener encuentros espontáneos con gente amable. Y lo mejor: ambos son muy fáciles de explorar incluso si tienes pocos días.

¿Cómo ir de Cork hacia Kinsale?

Cerca del City Hall y del hotel estaba la estación de bus, Parnell Place Bus Station. Para ir de Cork a Kinsale, también tomamos el autobús. La ruta más común es la Bus Éireann 226, que sale desde el centro de Cork varias veces por hora en la mayoría de los días, así que no necesitas planearlo con tanta anticipación. Nosotras compramos el ticket en la estación temprano en la mañana del mismo día. Aunque también se puede hacer online. El recorrido es de unos 30 minutos y es súper sencillo, perfecto para una escapadita rápida como la que hicimos.

Si tienes pensado viajar al sur de Irlanda, te recomiendo dedicarle mínimo un día completo a Cork y otro a Kinsale. Es un combo perfecto: ciudad vibrante + pueblito encantador. Y quién sabe… quizá también termines enamorándote de estos rincones con encanto.

Y para regresar de Cork a Dublín, esta vez elegimos el tren. Lo compramos por adelantado en la web de Irish Rail, y sí lo recomiendo porque a veces los precios varían mucho dependiendo de la hora. El tren sale desde la estación Kent en Cork y llega a la estación Heuston en Dublín. Es un viaje cómodo, con buenos asientos, baños y espacio para estirarse o trabajar si lo necesitas. Una experiencia distinta para despedirnos del sur de Irlanda.

Te comparto el video que hice de ese viajecito hace unos añitos atrás: